Diseñando el coche de tus sueños

Hoy, querido lector, te traigo un pequeño juego: ¿cómo sería el coche ideal para ti si pudieras diseñarlo sin ningún tipo de limitación técnica y/o económica? Para ayudarte, a continuación te he puesto unas preguntas que deberás responderte en el proceso de diseño (que he simplificado al máximo).

Ese hipotético coche solo debería cumplir un requisito: que fuese tu único coche, es decir, que cumpliera tanto como electrodoméstico de transporte (que te permitiera ir a trabajar, de compras, recoger a los niños si los hubiera y demás cosas aburridas) como de coche de fin de semana y/o disfrute (para ir de tramos o de trackdays). Obviamente, debe cumplir con las leyes actuales. Deja volar tu locura imaginación.

Lo primero que deberás hacer es ver cuáles son tus necesidades actuales, para así tener un punto de partida. Es, seguramente la parte más importante de todas, pues definirá qué tipo de coche saldrá de este "estudio de diseño".

Sé sincero contigo mismo, y es que no sirve de nada que quieras un hiperdeportivo biplaza (¿quién no quiere eso?) si luego no vas a poder meter a tus niños en él. 

¿Qué motor le pondrías? ¿Gasolina? ¿Sobrealimentado o atmosférico? ¿Diésel? ¿Híbrido? ¿Eléctrico? Aquí deberás tener en cuenta los kilómetros que hagas al año, así como por dónde los harás. No es lo mismo moverse "solo" por ciudad que ir siempre por autovías o autopistas, o no pasar de los 5.000 km anuales o hacer tantos como para que "darle la vuelta" al odómetro sea algo habitual para ti.

¿Dónde lo pondrías? Recuerda que es tu único coche. El motor central está muy bien, pero además del espacio compromete el comportamiento (es más delicado de llevar).

Diferentes arquitecturas.

¿Prefieres que el coche sea delantera, trasera o tenga tracción total? Este punto está relacionado con el anterior. Normalmente, los delantera suelen aprovechar mejor el espacio disponible al tener motor transversal pero su conducción es menos entretenida, mientras los trasera "desperdician" centímetros en el capó que alberga el motor longitudinal, pero tienen mejor comportamiento en general. Los de tracción total suelen pesar más, pero son más seguros y efectivos.

¿Y qué me dices de la caja de cambios? ¿Buscas involucrarte en la conducción o efectividad y comodidad?

Una vez claro este punto, continuaremos por el chasis. ¿Qué tipo de suspensiones le pondrías? ¿Qué puesta a punto? Supongo que, si lees este blog, algo de gasolina te recorre por las venas, con lo que es posible que busques un coche con cierto comportamiento deportivo, pero dudo que quieras que te salten los empastes cada vez que circules por cualquiera de las tan perfectamente mantenidas carreteras de nuestra geografía.

Tan suave como el culito de un bebé.

¿Y el interior? ¿Buscas que sea lo último en infoentretenimiento o esas cosas te dan igual? ¿Quieres que tu coche se aparque solo? Ten en cuenta que cuantos más sistemas de este tipo metas, más peso y complejidad añades al coche. ¿Quieres que el coche sea silencioso o prefieres oír lo que llevas bajo el capó? El sonido del motor y/o escape mola, pero puede ser incómodo para viajar. El silencio está bien, pero el aislamiento pesa y hace que tu coche no te "hable".

Seguro que has tenido que sacrificar más de lo que habías pensado en un principio, ¿a que sí? Cuantos más propósitos tiene que cumplir un producto (un coche en este caso), más sacrificios hay que hacer para poder satisfacer esos propósitos. No se puede tener todo a la vez. Si un coche es bueno en carretera no lo será fuera de ella. Si tiene mucho espacio interior no puede ser compacto. En ingeniería esos sacrificios son conocidos como compromisos. Hay que poner en una balanza las características que queremos que nuestro coche tenga, y ver cuáles priorizamos. 

Y no solo pasa con la parte puramente ingenieril, pues en el desarrollo de un producto también entran en juego el departamento de marketing y finanzas, entre otros. Si una empresa se dejase llevar solo por la opinión de los ingenieros, seguramente quebraría. Hay unos cuantos ejemplos de ello. En cambio, si no se diera voz a los ingenieros seguiríamos moviéndonos a caballo.

Todo es una cuestión de equilibrio. Por eso es tan complicado. Y tan divertido.

Un ingeniero dejando volar su imaginación.

EXTRA LAP

¿Cuál ha sido el resultado de tu diseño? Déjame el fruto de tu imaginación en los comentarios.

EXTRA LAP 2

Mi coche ideal sería un coupé ancho y bajo, con disposición 2+2 y un maletero no muy grande pero aprovechable. Tendría un motor gasolina atmosférico bajo el capó, que estaría colocado bien por detrás del eje delantero y lo más bajo posible, que enviaría su potencia (250 CV serían suficientes) a las ruedas traseras a través de una caja de cambios manual de tacto mecánico y recorridos cortos.

Su masa rondaría la tonelada (reparto 50/50), y dispondría de una suspensión independiente en ambos ejes, siendo de doble triángulo superpuesto delante y multibrazo detrás. Contaría con autoblocante y una puesta a punto bastante deportiva, aunque no radical.

Esta imagen es pornográfica para los que amamos conducir.

En el interior, tanto el salpicadero como el túnel central estarían orientados hacia el conductor, que iría sentado bien bajo y podría ajustar su posición de conducción a la perfección gracias a los ajustes de volante y asiento, que recogería a la perfección su cuerpo.

La instrumentación daría prioridad al tacómetro (analógico), estando colocado en posición central. La velocidad estaría indicada mediante otro reloj más pequeño. Se mostrarían siempre el nivel de gasolina, la temperatura y nivel del agua y la presión, nivel y temperatura del aceite, ya sea usando relojes o de forma digital.

Un volante no muy grande pero de buen espesor acoplado a una dirección comunicativa, una palanca de cambios cerca del mismo, un freno de mano "de toda la vida" y unos pedales que permitieran realizar un punta-tacón de forma natural redondearían un habitáculo enfocado a la conducción.

Climatizador, radio con USB, control de crucero y sensores de aparcamiento (quizá cámara trasera) serían los únicos "lujos" que tendría en el interior, cuyos materiales de recubrimiento serían cuero y alcántara (aunque esto último no es prioritario, como no hay límite de presupuesto, lo añado).

El diseño de Homer no podía faltar en este artículo.

Como ves, querido lector, he "creado" un coche que a muchos quemados nos cuadraría (¿no os recuerda en muchos aspectos a estos coches?), pero que, por desgracia, se vendería a un precio indecentemente alto y en unas cantidades ridículamente bajas. Mi coche haría un agujero muy feo en la compañía si llegase a producción, aunque dudo que ni siquiera pasara el filtro del departamento financiero.

En fin, hamijos, la realidad es tozuda, pero soñar es gratis, así que seguiremos soñando.