Especial Sobrealimentación. Parte 1: Introducción

Los que me conocéis, sabéis que soy un enamorado de los ceposféricosatmosféricos. Su simpleza, la inmediatez de la respuesta del acelerador y, sobre todo, el sonido de la admisión del que suelen hacer gala son argumentos más que suficientes para mí para ser firme defensor de un tipo de mecánica en peligro de extinción.
Sobrealimentación
Sobrealimentación.
Sin embargo, también sé valorar los puntos positivos de los motores sobrealimentados, y como “friki” de la ingeniería que soy, las distintas soluciones que adoptan las marcas de coches me parecen inspiradoras.

Por eso, he decidido realizar un Especial Sobrealimentación de cuatro artículos que iré intercalando con otras entradas normales para que no os haga tan pesado. Os dejo el índice del Especial, para que los encontréis de forma sencilla:

Parte 1: Introducción e índice
Parte 4: Tipos de compresores (supercargadores)

En este artículo empezaré por lo más básico: diferenciando un turbocompresor de un compresor o supercargador.

Vamos al lío.

Turbocompresor

Tal y como podemos extraer de su nombre, es un elemento compuesto por dos partes: una turbina y un compresor.

La turbina es accionada por los gases de escape que, al circular a su alrededor gracias a la carcasa (o caracola) que la rodea, la hacen girar a alta velocidad. Aprovecha la energía que tienen dichos gases (calor, velocidad), que de otra forma se “perdería”, aumentando la eficiencia del motor.
Turbocompresor

La turbina está unida mediante un eje, de forma solidaria, al compresor, es decir, ambos giran a la vez y a la misma velocidad.

El compresor, al girar “obligado” por la turbina, comprime el aire de la atmósfera al empujarlo hacia las paredes de la segunda carcasa o caracola. En ese proceso el aire se calienta y como el aire caliente es menos denso que el frío y eso no es algo que nos interese, se hace circular dicho aire por un radiador, llamado intercooler, que lo enfría antes de que se introduzca a la admisión del motor.

Todo este proceso tarda un tiempo en completarse, ya que es necesario que haya una cantidad de gases de escape suficiente como para que puedan hacer girar la turbina (cuanto más grande sea el turbo, más potencia dará, pero más le costará moverse), provocando un desfase desde que se pisa el acelerador hasta que se entrega la potencia.

Este retardo es conocido como turbo lag, y es la mayor pega de este tipo de sobrealimentación, ya que la entrega de potencia no es lo telepática que nos gustaría y hay que saber jugar con el tiempo de “espera”.

Para solucionarlo, las marcas usan turbos de geometría variable, más de un turbo por motor (sean gemelos o no) o “trucos” como los diferentes tipos de antilag, que no os voy a explicar en este artículo por no complicarlo más.

Compresor (supercargador)

La “única” diferencia con respecto a los turbocompresores reside en su accionamiento: no usa los gases de escape para hacer girar una turbina y que ésta mueva el compresor, se vale de una correa que se “engancha” al cigüeñal. De este modo evitamos el temido lag, ya que no necesitamos esperar a que haya suficientes gases en el escape para funcionar, haciendo que la entrega de potencia sea tan lineal como el giro del motor manteniendo, en cierto modo, el carácter atmosférico del coche.
Compresor centrífugo
Compresor centrífugo.
Por otro lado, el hecho de que no dependa de los gases de escape para funcionar hace que su empaquetamiento dentro del vano motor de un coche NA sea más sencillo, ya que no tienes que canalizar el tubo de escape para alimentarlo.

El aire, una vez comprimido, hay que pasarlo por un radiador para enfriarlo antes de introducirlo al motor ya que, tal y como sucedía con el turbo, también se calienta en el proceso.

Pero como no todo podía ser perfecto, este sistema también tiene sus pegas, y es que usamos parte de la potencia que entrega el motor para mover el compresor, con lo que no podremos obtener una ganancia tan espectacular como con el turbo.

Resumiendo, estas son las características más importantes de cada sistema de sobrealimentación:

Turbocompresor

Accionamiento: Gases de escape
Ventajas: Aumento eficiencia, más potencia

Compresor (supercargador)

Accionamiento: Cigüeñal
Ventajas: Mejor empaquetamiento, carácter “atmosférico”

En el siguiente artículo del especial os explicaré qué tipos de turbocompresores podemos encontrarnos en el mercado, así como las distintas disposiciones que usan las marcas en sus motores para eliminar el turbo lag. Los turbocompresores son, con diferencia, la forma más usada para sobrealimentar el motor.

Permaneced atentos😉

2 comentarios:

  1. Me encantan estos posts explicando de forma sencilla la mecánica de los automóviles para aquellos que no tenemos (casi) ni idea. Ya estoy deseando leer el siguiente!

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    1. Me alegro mucho de que te haya gustado. A veces es difícil marcar una línea y saber hasta dónde profundizar, porque hay lectores que saben mucho más que yo y otros están "empezando". Lo bueno de estos posts, desde el punto de vista del redactor, es que me sirven para repasar conceptos que conozco, y aprender detalles que no sabía, así que nos sirven de enriquecimiento a todos XD.

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