La involución del diseño
Llevo un tiempo viendo cómo el diseño de los coches actuales, salvo contadas excepciones, ha ido perdiendo calidad con cada nueva generación que sale al mercado.
Uno de los mejores diseños de la historia del automóvil. Punto. |
Es verdad que no todas las marcas padecen esta falta de inspiración, no al menos con la misma intensidad, pero si miramos el mercado actual y hacemos una media veremos que, en general, parece que vayan para atrás.
La moda, iniciada por Audi, de crear una imagen de marca a costa de la diferenciación de los modelos es solo el primero de los síntomas de decadencia que estamos viviendo. Cada vez cuesta más distinguir un modelo de otro, son un mismo diseño aplicado a distintos tamaños, como si de camisetas de distinta talla se trataran.
Pero es que este fenómeno de homogeneidad está llegando a tal extremo que cada vez se ven más rasgos comunes entre marcas ya no solo del mismo grupo (hola, VAG), sino entre compañías que nada tienen que ver unas con otras.
A esto habría que sumarle el horrible recurso de hacer que los coches parezcan lo que no son, a base de rejillas ciegas por doquier y colas de escape que no son tal, así como de llantas absurdamente desproporcionadas. Quizá simplemente son reflejo de la sociedad actual, síntomas de una humanidad enferma del postureo, del lucirse en redes sociales.
Todo está derivando en unos diseños sobrecargados, llenos de líneas y pliegues sin sentido ni coherencia, que nacen de la nada y se cortan unas con otras porque sí.
Cada rejilla falsa son 288 CV extra. |
Es, para mí, una de las marcas más perdidas del panorama actual. Creo que necesitan alguien que reinvente las líneas maestras de nuevo, un nuevo Chris Bangle que les insufle aire fresco y les permita salirse de un patrón que está caduco y no da más de sí.
Me recuerda, en cierto modo, en la deriva que tuvo el Countach, que pasó de tener un diseño limpio y puro a sumar aditamentos aerodinámicos que sobrecargaban el diseño original. Claro que tenía la excusa de ser un modelo que estuvo mucho tiempo en el mercado, y los cambios de gustos, de legislaciones o requerimientos técnicos pueden obligar a realizar esas actualizaciones más o menos acertadas.
No sé ni cómo calificarlo. |
Pero es que BMW ni siquiera puede decir que ese giro a lo barroco haya sido por un cambio de estilo o de mercado objetivo como ha hecho Mercedes, que ha bajado la edad media del comprador de la marca (perdiendo, para mí, tanta clase por el camino que sus modelos deberían llamarse Vulgar GLA, por ejemplo). Simplemente han perdido el norte.
También me parece triste ver cómo elementos que destacaban en los diseños de algunos modelos se han ido diluyendo o han desaparecido por completo. Me viene a la cabeza la asimetría del portón trasero del Land Rover Discovery, que al principio tenía una necesidad funcional, se reinterpretó de forma magistral en la tercera serie y se ha caricaturizado en la última. Tres cuartos de lo mismo ocurre con la ventana superior, que en la última versión del modelo han eliminado.
Algo está pasando en Mercedes, pero no sé si es algo bueno. |
Y qué decir de los preciosos side-blades del primer Audi R8, que escondían las tomas de aire laterales, servían de "rotura" estética en el lateral aligerando visualmente esa zona y que eran un elemento identificativo. ¡Si hasta el Subaru WRX STi ha perdido sus características llantas doradas!
Necesidad, integración/evolución, caricatura/eliminación. |
Y no solo es culpa de las marcas, el público también demanda esas cosas. Es la pescadilla que se muerde la cola, y son muy pocas las marcas que se animan a lanzar algo novedoso, algo que rompa ese círculo vicioso. La probabilidad de pegársela es alta en una sociedad en la que todos parecemos estar cortados por el mismo patrón.
Para una vez que Audi arriesga el mercado le da la espalda. |
Quizá sea yo el que deba ceder y dejar de resistirme a la corriente. Sería más fácil. Desistir, rendirme, dejar de luchar sería lo más sencillo pero, ¿sabéis qué?, no me apetece. Seguiré yendo por la senda "equivocada", siendo el bicho raro, la oveja negra. Me niego a ser uno más. Es lo que me pega. Es lo que soy.
Estoy muy de acuerdo. Si te digo la verdad me cuesta distinguir los diferentes ford de lejos. El fiesta parece un Cmax que ha encogido al lavar. Supongo que los inversores mandan, y si es más barato y menos arriesgado, ahí que van.
ResponderEliminarSí, parece que solo puedan opinar los del departamento financiero o los de marketing. Al menos los ingenieros de Ford nos deleitan con puestas a punto deliciosas que nos permiten pasar por alto esa falta de "sabor" en sus diseños. Otras marcas no pueden decir lo mismo.
EliminarGracias por leer el artículo y animarte a comentar. ;-)